Hipnosis terapéutica

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¿Qué es la hipnosis? Se trata de una técnica mediante la cual el terapeuta guía al cliente para lograr un estado de concentración en el que será capaz de resolver conflictos que, desde la mente consciente y en estado de vigilia, no es posible solucionar.

Es un estado en el que el sujeto, a través de las indicaciones del terapeuta, se concentra en una única idea, un objetivo concreto que amplía las opciones disponibles para resolver el problema. Facilita encontrar la solución a aquello que no parecemos capaces de gestionar en un estado mental normal que, habitualmente, está marcado por las tensiones y preocupaciones diarias.

El sujeto en estado de hipnosis es independiente en todo momento. Desgraciadamente, todavía muchas personas creen que el hipnotizador es como un mago capaz de controlar nuestro cerebro, mente y espíritu para que hagamos aquello que no deseamos. No hay nada más lejos de la realidad. El control total de la mente de otras personas es algo imposible en nuestros días y difícilmente se llegará a alcanzar en el futuro porque en el individuo imperan sus principios, la capacidad de autocontrol y el libre albedrío. Nadie hará o dirá lo que no desee hacer o decir en un estado de hipnosis.

La hipnosis es una guía, un camino donde el terapeuta facilita el viaje pero en ningún caso se puede anular la voluntad del sujeto. El sujeto es siempre consciente de lo que está sucediendo y su voluntad es quien dirige la acción.

El desconocimiento de la hipnosis y la tendencia a la fabulación ha rodeado esta terapia de invenciones que carecen totalmente de base científica. Nuestro cerebro es mucho más sabio y versátil de lo que creemos. Por ello, no es posible quedarse en trance permanentemente. Si por cualquier razón el terapeuta no pudiera finalizar la sesión mediante las pautas habituales, el cerebro del sujeto despertaría al cabo de pocos minutos y de una forma totalmente natural.

Otra de leyenda negra de la hipnosis es la creencia de que solo los tontos o los crédulos pueden ser hipnotizados. No es así, porque esta terapia solo es un camino hacia una solución, una forma de aislar el problema para conocerlo mejor, profundizar y centrarnos en resolverlo, siempre con la ayuda del terapeuta. En realidad, las personas que más fácilmente pueden acceder al estado de hipnosis son aquellas con capacidad de imaginación y, también, de concentración.

Por último, es importante señalar que la hipnosis se dirige a personas normales, de una inteligencia media, con imaginación y capaces de seguir las pautas marcadas por el terapeuta. Aplicaciones de la hipnosis:

  • Fobias y miedos.
  • Adicciones (fumar, alcoholismo, ludopatía, drogadicción, etc).
  • Control de peso.
  • Para subir la autoestima.
  • Dolencias físicas.
  • Sanar emociones.
  • Definir y enfocar los objetivos en la vida.
  • Fortalecer cualidades y valores.
  • Aumentar la motivación.
  • Control de estrés.