Así como la planta crece de una semilla y deviene, al fin, un roble, así un hombre se convierte en lo que ha nacido para ser. Debería llegar allí, pero la mayoría queda atascada.”

No corras. Ve despacio. Que adonde tienes que ir es a ti mismo. Ve despacio. No corras. Que el niño de tu YO, recién nacido eterno, no te puede seguir.

La muerte es el destino que todos compartimos, nadie ha escapado de ella y así tiene que ser; porque la muerte es posiblemente el mejor invento de la vida

Si te cuidas a ti mismo con esmero ayudarás con ello a todo el mundo convirtiéndote, en cambio, en un manantial de alegría y frescor

Transmite palabras de dolor; el dolor que no habla cierra el corazón sobreexcitado y le hace romperse

Vivir es llegar y morir es volver.

Todo lo que crees sufrir tiene lugar en tu cerebro. Descubre qué ideas hay bajo tus sentimientos.

En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habitaba un verano invencible.

Si uno avanza con confianza en la dirección de sus sueños, y se esfuerza en vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado en la vida real.

Puedes llorar porque se ha ido o puedes sonreír porque ha vivido; puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado; tu corazón puede estar vacío porque no le puedes ver o puede estar lleno del amor que compartisteis. Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío o dar la espalda o puedes hacer lo que a el/ella le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir.

El inconsciente puede reservar mensajes esenciales para los oídos que sepan ponerse a la escucha.

Conozca todas las teorías. Domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana sea apenas otra alma humana.

La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede.

Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir, y no dormir sino soñar. Descansar es empezar a morir.

Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza y, por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica (agotadora y vana tarea) que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.

He decidido apostar por el amor. El odio es una carga demasiado pesada.